viernes, 10 de mayo de 2013

PARA TI MAMÁ DEL ANDE PALLASQUINO

Madre cabanista con los hijos a cuestas. Foto: JCSL

PARA TI MAMÁ DEL ANDE PALLASQUINO

DÍA DE LA MADRE

ANTOLOGÍA POÉTICA


Mayo es el mes de especiales y de grandes celebraciones. Una de ellas se refiere a dar brillo y destacar la figura materna,  en muchas dimensiones: como esposa, trabajadora del hogar, maestra, funcionaria, comerciante, policía, médica y en todos los campos de la actividad humana. A este Ser que nos brindó todo de sí, en esta ocasión, le rendimos nuestro cálido tributo. Para ello, hemos seleccionado la producción literaria de algunos vates pallasquinos, que a través de su creación han plasmado las cualidades de la Madre. El Proyecto Cultural Cantarria se aúna a estos festejos y desea que la Madre de nuestro Perú alcance el peldaño que le corresponde y se le reconozca con toda justicia los derechos que le asiste. Felicidades.


SERENATA A MI MADRE

Vals criollo.
Autor: Miguel Sifuentes Vásquez. “Pichuco”-Cabana (*)
Mamita cabanista.
Foto;jcsl.

¡Hoy es un gran día muy sagrado!
Porque como hoy día al mundo llegó
Mi fiel madrecita que tanto me ha dado:
Ternura, consuelo y un sinfín de amor.

En tan fausto día, mi Santa viejita,
Yo, que soy tu hijo, con todo fervor
Pido a Dios por siempre seas tú bendita,
Y que muchas palmas te envíe el Señor.

Que todas las flores se vistan de gala,
Que raye la aurora con gran esplendor,
Y todas las aves batiendo sus alas
Escriban tu nombre a tu alrededor.

Que los ruiseñores te brinden sus trinos,
Que todos los astros irradien su luz...
Y del firmamento, en coros divinos,
La gran Serenata te envíe Jesús.

Es pues este día, día inigualable,
Porque cumple años mi buena mamá,
Mi viejita noble, de bondad intachable,
El mejor cariño, la única verdad.

En este tu día de gran regocijo
Que el cielo te colme de felicidad...
Y con toda el alma recibe de tu hijo
Este abrazo fuerte lleno de bondad.

(*) El Radar. No 9, 1962

A MI MADRE

Por: Víctor H. Acosta (*) Pallasca


Hoy pagan tus caricias mis místicos cantares;
Los besos que me diste en plácido besar
De estas fugaces notas que aquí en lejanos lares
Recepción a la Virgen de Llactabamba
Foto: jcsl.
He logrado a las cuerdas de mi lira arrancar.

Hoy pago las ternuras que allá en mi noble cuna
Me diste, madre mía, entre gozo y dolor;
Hoy te mando en un rayo cansado de la luna
Los abrazos que mi alma te brinda con amor.

Te adoro aunque me encuentro muy lejos de tu lado
Entregado a la pena y a este duro bregar,
Te adoro porque ¡Oh madre! Soy tu hijo más amado
Y el vate infelice nació para llorar...

(*) Autor de “Sentidas”-(Lima 1929) bello florilegio, surgido “a raíz de una vida  llena de dolores”. Nació en Pallasca-Ancash.


NOBLEZA DE MUJER

Por: Filomeno Sifuentes Fernández - Cabana(*)

Madres cabanistas en el corte de
leña. Foto: jcsl. 
Brillo y luz propia,
Del polvo de estrella, por fortuna,
Llevan en el alma las mujeres;
Impulso no le falta a ninguna,

Para domésticos quehaceres,
Pues, con amor,
Todo lo resuelven ellas.

Hermosas mujeres
De trenzas bien cuidadas y
Caritas sonrosadas,


                                                                                    Trabajan en el campo con denuedo,
Cargando la leña.
Foto: jcsl.
Alternando sus tareas variadas,
Con labores tradicionales de la casa,

Como el hilado y el tejido,
Como la costura y la cocina
Con arte fino y gracia divina.

Cuidan a los niños con esmero,
Prodigándoles amor a toda hora,
También cuidan al ganado

Como cuida una madre a sus rebaños.

(*) De: “Canto a Cabana”. Filomeno Sifuentes Fernández es maestro cesante, de brillante trayectoria. Nació en Cabana (29-11-1920)
Su poesía es sencilla, de hondo lirismo y nostalgia.

REMEMBRANZA MATERNA

Por: Arnulfo Moreno Ravelo- Tauca (*)


“Hoy, me encuentro dentro de la Casa de Tapugón. Dentro de este pequeño mundo de
Almuerzo en el campo.
Foto: jcsl
sentimientos, de tristezas, de tantos recuerdos, de tantas horas tiradas en el pasado…

Miro a mis alrededores. Observo los asientos de barro y piedra, que en su mayoría se han deteriorado; porque el paso del tiempo, los ha estropeado, como páginas de la historia, leídas por las sombras.


Dentro de estas tantas horas que se van quedando, perforando la distante memoria de sus campos; puedo divisar la figura de mi madre, como en aquellos tiempos de mi niñez y de mi adolescencia; la veo cocinar, la veo peinar su ensortijada cabellera, que rebeldemente descendían sus hombros, sobre su silueta, que simultáneamente armonizaba con su tierna
Un alto en el camino.
Foto: jcsl.
sonrisa y de rojo atuendo de polleras, bordadas en alto relieve de diversas clases y colores de hilos; hasta escucho su voz de madre y a veces me parece... llamarme dulce y tiernamente con tanto amor.

Pero, Dios mío, que fugaz, es esta visión, que corta duración tiene esta remembranza, que inmediatamente huye, tal como se permitió venir; he ahí, cuando se siente, se experimenta, se percibe el dolor y la pena por la madre muerta”.

(*) De: “La Casa de Tapugón”-Lima 1998- En este pasaje Arnulfo Moreno Ravelo, reconocido escritor y poeta nacional, recrea la figura de su madre, justo en la casa de campo dónde él vivió. Lo hace con lenguaje tierno y con profunda reflexión.


LÁGRIMAS DE UN HIJO

Vals.
Por: Miguel Sifuentes Vásquez (Pichuco)

Josefa Reyes
Foto: JCSL

Tranquila estaba mi alma y en mi pecho sentía
deseos tan inmensos de un futuro mejor
más nunca en mi memoria siquiera presentía
que el destino inaudito clavara en mí su dolor.

Cayó enferma mi madre de enfermedad incurable
la Ciencia era implacable para aliviar su mal
y mi hogar transformose en cuadro miserable
 en una escena horrible, cruel y sentimental.

Murió mi madrecita mi viejita adorada
se fue tranquila y santa camino a la mansión
donde las almas puras en celestial morada
descansan y respiran el canto de oración.

Y en mi dolor sumido yo imploro a cada instante
por estar  junto a ella y escuchar su bondad
pues el amor de madre queda siempre latente
e impregnado en el alma por toda eternidad.
Madre de Cabana.
Foto: jcsl.
¿Por qué te fuiste madre, por qué me abandonaste?
Dejándome en el mundo llorando por tu amor
he aquí a tu pobre hijo por quien sacrificaste
y a quien con tus consejos supiste dar honor.

¡Oh madrecita santa las lágrimas de tu hijo!
Son lágrimas que brotan desde mi corazón
y arrodillado madre delante un crucifijo
le imploro a Dios te tenga en tu eterna mansión.



TE RECUERDO MADRE

Por: Manuel Sifuentes Reyes (*)-Cabana

Atendiendo a los peones.
Foto: jcsl
¡MADRE MÍA! Un mes de agosto, en que los maizales se mecen alegremente por las caricias de suaves brisas, emprendiste ese viaje sin retorno ni auroras.

Pero tu recuerdo vive eternamente y sobre el azul del cielo, un permanente hálito de amor cae sobre tus hijos.

Te recuerdo, Madre, cuando en mis andanzas por los maizales y trigales, con el Juan, el Alejandro y el Nico, íbamos a buscar nidos de palomas  y perdices o gozar con las toradas, y Tú; Madre, nos llamabas: “Vengan hijos” y nos invitabas las semitas y el requesón.

Te recuerdo ,Madre, cuando en mis noches de infantil bohemia, con el “Jishu”, el “Vishe” y el Humberto, nos encaminábamos a dar serenatas a “Las Mellizas”, a la Nila y La Esperanza; y a mi retorno, te encontraba rezando al pie de la Virgen y me decías: “No vas a ser malito, hijo”.

Te recuerdo, Madre, cuando en  mis viajes de estudiante, me impartías tu bendición divina, y en voz muy queda, ahogada por el llanto, me despedías y alentabas mi sed de superación.

El autor en la plaza de Cabana
Foto: JCSL
Te recuerdo, Madre, cuando los esbirros de los tiranos, niño aún, me llevaron a prisión; Tú, implorabas perdón, pero siempre me aconsejabas llevar en alto el ideal.

Y cuando en mis años mozos, hube de encaminarme por la difícil tarea del magisterio, Tú, Madre, me decías: “Brinda al niño amor y mucho amor; porque el niño, sea rico o pobre, para ser feliz, requiere de amor”.


Hoy que las lluvias golpetean constantemente en los tejados y me falta tu regazo para
El autor en Cabana.
Foto: JCSL
guarecerme de los rayos y relámpagos y veo nevar las lejanas cumbres del Macra y Mashgonga, me he dicho: “Cómo encanecen las cumbres de los cerros, cómo va cayendo la nieve lenta y atrozmente fría en nuestras vidas. ¡Madre !

Cabana, mayo de 1990
(*) Manuel E. Sifuentes R. Maestro cesante. Nació en Cabana. Tiene varias narraciones y poemas inspirados en los problemas de su tierra natal.


TE RECUERDO MADRE CABANISTA

Por: Enrique Vásquez Sifuentes (*)-Cabana


En esta ocasión me dirijo a ti Madre Cabanista para expresarte mi saludo y al mismo tiempo
En el poyo de la casa
Foto: JCSL
para evocar tus múltiples ocupaciones que sigues cumpliendo en Huayumaca, Pacchamaca, San Jerónimo y Trujillo, los tradicionales barrios de Cabana; así como en las estancias y caseríos de San Martín, San Pedro, Aija, Huambo, La Florida y Cajapay.

Alistando el pollino.
Foto: JCSL 
Me parece, ahora, verte caminar con tu hijo cargado en tu lliclla y sobre tus espaldas por las distintas calles de mi pueblo, ya para efectuar una compra, concurrir al mercado, asistir a la misa dominical o transportar tus baldes de agua desde el Puquio de Santo Toribio a la ciudad.

Tras los víveres.
Foto: JCSL
En otras ocasiones, he observado levantarte muy temprano y buscar a los peones para los barbechos, siembras, deshierbos, cutipos o cosechas de las ocas, papas, del trigo o del maíz; asomar muy sudorosa por el Puente Maravillas, La Cruz Misionera o la cuesta de Pashul, arreando tu ganado o tus pollinos cargados de leña o alfalfa, para venderlos en la ciudad o ir a los Molinos a dejar los granos para la alimentación del hogar.

En el templo de Cabana
Foto: JCSL
¡Madre cabanista!, te he visto asistir puntualmente al templo a dar gracias al Señor, al Campo Santo a recordar a los tuyos, concurrir el primero de abril a la escuela llevando de la mano a tus hijos para que sean dignos ejemplos de tu hogar y de tu pueblo.

(*) Enrique Vásquez S. Es profesor de Comunicaciones. Ha escrito varios artículos referidos a las costumbres y tradiciones de Cabana.

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